El 23 de julio de 2016, en la librería El libro en Blanco de Santa Cruz de Tenerife, presentamos el libro de Luis Alzola Fariña, MICRODEPORTES.
Luis Alzola Fariña nació en 1965 en Arafo. Desde muy joven se sintió atraído por la literatura como forma de escapar de una realidad en la que no se sentía (ni se siente) cómodo. Es profesor Lengua y Literatura en secundaria. Ha estado vinculado a propuestas creación compartida, en el taller de escritura de la biblioteca de Los Realejos.
Luis Alzola Fariña es deportista. Es un asiduo corredor de caminos y veredas de nuestros montes y paisajes, quizás otra manera de escapar.
Luis Alzola Fariña, ha colaborado desde los inicios en el proyecto de Cartonera Island. Ha organizado y participado Talleres Cartoneros Educativos de CARTONERA ISLAND.
El escritor Juan Jesús Pérez García dedicó las siguientes palabras a la obra:
Lo primero que llama la atención de este libro es, obviamente, el formato. Su infrecuencia nos acerca a una extraña fragilidad. Digo fragilidad porque si bien el diseño del libro lo parece, en su interior, en el fondo no encontramos exactamente eso. Es cierto que el autor selecciona y construye los personajes a partir de una serie de debilidades, de carencias. Pero casi todos ellos se hallan inmersos en una actividad deportiva, como alude el título de la obra, que fortalece sus cuerpos con dicha práctica. Sin embargo, en los relatos del presente libro también observamos las dudas, las inseguridades que los obsesionan y como ellos, los personajes, se enfrentan a tales miedos. Luis Alzola Fariña utiliza para ello una técnica impecable. En él se dan el humor y la parodia como medios de reflexión como ocurre, por ejemplo, en «Los boxeadores» o la duda y la confusión que aparecen en «El paracaidista». Esa elegancia está tan bien entretejida en el texto que inevitablemente atrapa al lector. La palabra de Luis Alzola Fariña alcanza, en ocasiones, unas cotas de prosa poética que se desliza dentro de la narración como un elemento más de su cuerpo. El engranaje, la invención, el resultado final llegan al paladar del lector y lo seduce lo bastante como para que queramos releerlo. El conflicto que el autor inserta en las historias no sólo es un artilugio racional y lógico, sino que también es un conflicto con alma. Y es precisamente esa discreta sinceridad la que nos acerca tanto a la lectura. En fin, Microdeportes me da como lector aquello que yo busco en una obra literaria y que, en autores más renombrados, no consigo encontrar. |